¡Qué bonito es ver llover y no mojarse!
La temporada de lluvias no debe ser una señal para descubrir las goteras de tu casa. Prevenir es sinónimo de ahorrar y más cuando se trata del mantenimiento de nuestro patrimonio, así que más vale impermeabilizar a tiempo que vivir entre goteras.
La humedad es uno de los peores enemigos de las construcciones, los costos de reparación pueden ser muy elevados y lo peor aún, causar afectaciones irreversibles a tu patrimonio. Las filtraciones de agua provocan la aparición de moho en pisos y paredes, así como las odiosas goteras que te hacen caminar entre cubetas.
La lluvia debe quedarse afuera, construiste un techo para protegerte a ti y a tu familia del sol y el agua, este último suele convertirse en la pesadilla de muchos hogares sobre todo cuando no se toman las medidas necesarias.
¿Qué es un impermeabilizante?
Los impermeabilizantes son materiales que impiden el paso del agua a través de losas, muros, y todo tipo de superficies. En la actualidad existen diversas técnicas y materiales que mejoran su desempeño y durabilidad. por lo anterior, es importante conocer los productos que existen en el mercado, regularmente para lograr una impermeabilización profesional se requiere de más de un producto.
Es importante que conozcas los distintos productos que se ofrecen en el mercado. En Imperhabit podemos responder a todas tus dudas e inquietudes relacionadas con ello, ya que diseñamos Sistemas de impermeabilización específicamente para cada caso, seleccionando los materiales adecuados que en conjunto y con una correcta aplicación serán la solución a tus problemas de goteras y filtraciones de humedad.
¿Cuántos tipos de impermeabilizantes conoces?
Existen varios tipos de impermeabilizantes, los principales son:
- Asfálticos base de agua.
- Asfálticos base solvente o rebajados.
- Asfálticos prefabricados (sbs, app, tpo, catalíticos)
- Acrílicos.
- Poliuretanos
- Epóxicos.
- Cementosos.
- Entre otros.
Métodos tradicionales.
Entre los métodos tradicionales te aseguro que mínimo conoces uno y es el primero del que vamos a hablar.
Hace algunos años se utilizaban métodos sencillos (caseros) que resolvían los problemas de manera parcial y por lapsos de tiempo muy cortos por ejemplo el método llamado “lechadeado”, el cual consiste en aplicar una mezcla de cemento, arena cernida y agua sobre la azotea, que al secarse, rechaza la humedad.
Otra forma de repeler el agua de lluvia utilizada comúnmente consistió en cubrir los techos con una mezcla de jabón y alumbre.
Muchos de nosotros conocemos que las ventajas de los métodos tradicionales tales como su fácil aplicación, no requerir de mano de obra calificada, bajo costo, etc., se esfuman rápidamente debido a su escasa duración. Debido a que este tipo de mezclas tienen poca flexibilidad, se fisuran ante la más mínima tensión. Y una vez que se genera una grieta, la humedad penetra muy fácilmente. Por tal razón, los sistemas tradicionales fueron mejorados con la utilización de productos derivados del petróleo, adicionándoles fibras y cargas que dieron lugar a los impermeabilizantes asfálticos base agua y base solvente. Toca el turno de la aplicación del chapopote caliente, técnica que se utilizó por mucho tiempo al haber resultado – aparentemente- más efectiva. El punto débil de esta técnica salió a la luz una vez que se resecaba, se cristalizaba y se desprendía con gran facilidad.
Actualmente se han desarrollado resinas que han servido de base para la fabricación de los impermeabilizantes elastoméricos, los cuales tienen mayor durabilidad y cumplen un desempeño óptimo debido a que son más elásticos y resistentes a la tensión, permitiéndoles amoldarse a los movimientos naturales de las construcciones. De la misma manera, se innovado para poseer una mayor resistencia a las condiciones ambientales a las que son expuestos día con día.
Los métodos de aplicación requieren de profesionales en impermeabilización y a la fecha este tipo de técnicas ha desplazado a los métodos de aplicación caseros o tradicionales.
En el siguiente artículo profundizaremos un poco más de los métodos comerciales y la clasificación de los mismos.
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